La búsqueda del preciado estaño, y quizás también el oro, fue lo que atrajo a las costas gallegas a los primeros mercaderes fenicios y más tarde a sus herederos culturales, los púnicos. Se dice que consiguieron el monopolio de ese comercio manteniendo en secreto la ruta marítima que conducía a las fuentes del metal, hasta […]
Fuente: INTECCA Comunicación.