Desde tiempos de Adán y Eva en la Biblia cristiana, y desde Lilith en la judaica se ha ido desarrollando el mito de la mujer como elemento perturbador de la moral establecida, aquella que nos condena al pecado. A través de ella se difunde el mal y eso ha tenido su repercusión en la historia […]
Fuente: INTECCA Comunicación.