Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que los psiquiátricos no eran lugares para cuidar la salud mental, sino espacios de reclusión y control social. Sobre todo, si eras una mujer. Madres solteras, alcohólicas o jóvenes que mantenían relaciones sexuales fuera del matrimonio eran candidatas idóneas para terminar recluidas entre sus muros, a menudo […]

Fuente: INTECCA Comunicación.